Figura 5. Factores en la educación virtual |
Durante los últimos tiempos el mundo ha experimentado una diversa gama de
cambios producto de los vertiginosos avances en materia de tecnología. Estas
transformaciones aceleradas que surgen de la simbiosis entre la denominada
sociedad del conocimiento, la ciencia y la globalización, generan, además de
novedosos tratamientos de la información, la ruptura de las barreras
comunicacionales y por ende, educativas, puesto que con el auge de las
Tecnologías de Información (TI) se abren las brechas que dan paso a sistemas de
educación dotados de un sin número de características que parten desde la
multidisciplinariedad, la pluriculturalidad y la virtualización de los espacios
académicos.
En consecuencia, la sociedad actual, está inmersa en un universo de
paradojas que confluyen con políticas sociales como la globalización e
internalización del conocimiento, que en palabras de Marqués (2007) se les
denomina la sociedad de la información puesto que se caracterizan por una
incesante competencia del saber, buscar, valorar, seleccionar, estructurar y
aplicar, la información con el objetivo de hacer posible y práctica dichas
teorías en la solución de problemas de la vida real.
Por tal motivo, los sistemas educativos del planeta se están adentrando al
mundo de las TI, puesto que los acelerados avances en materia tecnológica le
han otorgado un vuelco impresionante a la praxis educativa actual. Al respecto,
El Nacional (2009), expone lo siguiente:
En los últimos 10 años la tecnología ha avanzado de manera acelerada. Todos
los días son creados nuevos instrumentos, programas y herramientas destinadas a
facilitarle la vida a los seres humanos en todas las esferas de su desarrollo.
En el campo de la educación, la situación es igual, y las instituciones
educativas se han visto obligadas a renovar de forma constante sus plataformas
y métodos de enseñanza con el fin de adaptarlos a las exigencias del mundo
actual.
Es evidente el valor que tiene la tecnología en lo relativo a las
instituciones educativas, ya que actualmente existe un cúmulo de recursos y
herramientas, fundamentadas en las TI y diseñadas para mediar aprendizajes en
los distintos niveles y modalidades del sistema educativo, ofreciendo medios
alternativos tendientes a la activación de los canales sensoriales, lo cual se
convierte en una clave que significa el desplome de las barreras
temporo-espaciales y promueve la inclusión de todas las personas (sin distingo
de condiciones) a los procesos formativos.
Es así, como emerge de las sombras la educación a distancia, apoyada de las
bondades que dispensan las TI, minimizando las barreras de espacio y tiempo,
indispensables en el quehacer socio-económico que vivencian las sociedades
actuales, propiciando el surgimiento y desarrollo de espacios educativos
prestos al encuentro pluricultural. En relación a esto, Mutis (2005), expone:
La formación a distancia ha experimentado una gran expansión durante los
últimos años, de tal manera que el número de instituciones, públicas y
privadas, que imparten este tipo de enseñanza se ha duplicado en el último
quinquenio, ya que mundialmente ha habido un notable aumento de alumnos que
reciben tal tipo de enseñanzas.
Ante tal auge, cabe preguntarse ¿Qué es la educación a distancia?, la
respuesta, es planteada por Solaris (2004), quien explica: es una modalidad
educativa que mediatiza la relación pedagógica entre quienes enseñan y quienes
aprenden. También podríamos decir que consiste en un diálogo didáctico mediado.
Partiendo de esta premisa, se busca la mediación del conocimiento a través de
diversos recursos diseñados para la activación de los sentidos y prestos para
el fortalecimiento de aptitudes hacia el auto-aprendizaje.
En ese mismo orden de ideas, se tiene que de la educación a distancia se
desprende el E-Learning, cuyo significado en español denota “Aprendizaje
Electrónico” fundamentado en el aprovechamiento de las plataformas Web como
supercarretera comunicativa entre el tutor (docente y/o facilitador),
estudiante, y el(los) grupo(s).
Esta modalidad de aprendizaje, potencia una diversa gama de aspectos
vinculados a los y las integrantes del proceso formativo, a saber:
En el Estudiante:
1. Desarrolla habilidades de autodidactica,
curiosidad y dedicación.
2. Impulsa la investigación por la búsqueda
frecuente de fuentes en línea.
3. Promueve la pluriculturalidad y la
multidisciplinariedad (interés por otras culturas)
4. Fomenta el acceso a actividades de
formación en línea, a través de múltiples medios.
5. Permite el acceso constante a materiales
didácticos diseñados en diversos formatos.
6. Accesibilidad desde cualquier equipo con
conexión a la web.
7. Fortalece prácticas educativas en
valores socio-individuales.
8. Incremento de las habilidades para
dirigir la clase y controlar al tutor.
9. Incrementa las competencias para el dominio de las TI, paralelamente a
los avances en esa materia.
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